Envases de Vtalpets
Si alguna vez le has dado yogurt a tu perrito, seguramente te habrás dado cuenta de que puede ser un verdadero reto. Por un lado, porque el conocimiento popular sugiere dar un máximo de 3 cucharadas de yogurt a la semana. Por otro lado, si prefieres ofrecérselo directamente desde el envase, es probable que tu Doggy termine todo untado, ya que el envase suele ser muy profundo para ellos, haciendo que el proceso sea un poco incómodo. Además, habrás notado que solo pueden consumir yogurt natural, es decir, sin azúcares añadidos. Sin embargo, al igual que sucede con los humanos, algunos lo aman y otros lo detestan.
Déjame contarte una historia. Tommy y Joy son dos de mis perritos, uno es un yorkie australiano y el otro un schnauzer. Después de terminar un tratamiento con antibióticos, solo logramos encontrar una presentación de yogurt griego de 150 gramos. Pero como te podrás imaginar, esa cantidad era demasiada para ellos, ya que ambos pesan menos de 10 kg. Aunque lo cubrimos con aluminio para intentar prolongar su consumo, las bacterias continuaban fermentando, lo que hizo que con el paso del tiempo el yogurt se terminará echando a perder.
Tengo otros dos perritos, Wilson y Negrita, ambos rescatados. Son un poco más grandes, pero igualmente, surgió un problema: aunque parecía que el yogurt de 150 gramos era ideal para ellos, terminaban con el hocico lleno de yogurt. No solo eso, sino que, al comer grandes cantidades, pese a que se lo dábamos en días diferentes, los malestares estomacales no tardaron en aparecer, principalmente flatulencias. Esto se debe a que, aunque los yogures para humanos pueden ser una opción cercana para nuestras mascotas, en cuanto a probióticos respecta, no son lo ideal; pues el contenido de grasas, carbohidratos y azúcares añadidos en una porción regular excede lo que un perro puede consumir de manera segura.
Todo esto me hizo cuestionar ¿cómo ofrecer un yogurt que se adapte tanto a nuestras necesidades como dueños, como a las de ellos, nuestros Doggys?. El envase tradicional me parecía práctico, pero necesitaba algo diferente, uno que permitiera que el perrito pudiera comerse el producto casi en un solo día, sin tener que guardarlo largas horas en el refrigerador, y que al mismo tiempo consumiera una cantidad segura para él. Investigando, encontré dos envases en presentaciones muy cómodas: 2 y 3 onzas, es decir, 56 y 85 gramos. Lo sé, puede parecer pequeño, pero déjame explicarte las razones detrás de esta decisión, además de las que ya te mencioné.
Al comparar mi idea con el mercado internacional, que también está incursionando en este tipo de productos, y revisar las tablas nutricionales y las recomendaciones de raciones, me di cuenta de que, con estas dos presentaciones, la cantidad que cada perrito ingeriría, según su tamaño, sería menor a lo que recomiendan estas marcas, lo cual genera mucha confianza. No solo eso, al hablar con nutricionistas, ellos también señalaron que esas medidas eran muy cómodas. Incluso, en el futuro podríamos pensar en envases de un kilo, aprovechando los envases pequeños para reenvasar. Pero ojo, no podemos olvidarnos de la sostenibilidad: con estos tamaños pequeños puedes darles muchos usos después de que tu Doggy termine su yogurt. ¿Qué te parece hacer una manualidad para decorar tu casa en Halloween o Navidad? ¿O quizá guardar ahí frutas o algunas legumbres? Y si aún no sabes qué hacer, cuando vayas de paseo puedes usar el envase para guardar una pequeña cantidad de alimento para tu perro, ¡y no se dañará! Pero no te preocupes si no los reutilizas, ya que estos envases son biodegradables, así que puedes sembrarlos en tu parque o jardín más cercano y regresarán a su estado natural (¡plantas!).